Cómo adapté mi rutina tras distensión de recto abdominal

Cómo adapté mi rutina tras distensión de recto abdominal
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Cuando hablamos de lesiones en el boxeo, hay que tener claro que cada pequeño problema puede repercutir en nuestra técnica, rendimiento y, sobre todo, en nuestra salud. La distensión del recto abdominal fue una de las pruebas más complicadas que he enfrentado en mi carrera. Adaptar mi rutina no fue solo una cuestión de ajustar el entrenamiento, fue todo un proceso educativo sobre cómo cuidar mi cuerpo y optimizar mi técnica. En este artículo, compartiré cómo transformé mi enfoque a partir de esa experiencia, centrándome en la biomecánica, la prevención de lesiones y la recuperación funcional.

¿Qué es una distensión del recto abdominal?

La distensión del recto abdominal, o lo que comúnmente conocemos como «tirón», es una lesión que se produce por un sobreesfuerzo durante movimientos explosivos, fundamentales en boxeo. Esta lesión no solo genera dolor y molestias, sino que puede afectar significativamente la capacidad de movimiento. Comprender las causas es clave para evitarla en el futuro.

Causas comunes de la distensión abdominal

Antes de entrar en materia sobre la adaptación de la rutina, es importante identificar las causas más comunes de esta lesión:
  • Entrenamiento inadecuado: Aumento brusco de la intensidad sin un calentamiento apropiado.
  • Técnica deficiente: Golpes ejecutados incorrectamente pueden sobrecargar la zona abdominal.
  • Falta de fortalecimiento: Debilitar el core puede predisponer a este tipo de lesiones.

Adaptación de mi rutina

Una vez superado el dolor inicial, llegó el momento de centrarse en la recuperación y la adaptación de la rutina. Esta experiencia me llevó a explorar nuevas formas de entrenar y aprender sobre cómo la biomecánica del cuerpo humano puede ayudar a prevenir lesiones.

Rehabilitación del core

El core es el núcleo de nuestro cuerpo y desempeña un papel crucial en la estabilidad y la técnica. La rehabilitación del core fue mi primer paso a seguir. Introduje ejercicios específicos de fortalecimiento que no solo ayudaron a recuperar la fuerza del recto abdominal, sino también a estabilizar toda la región lumbar. Algunos de estos ejercicios incluyen:
  • Plancha frontal: Excelente para trabajar la estabilidad del core.
  • Ejercicios de relajación: Movimientos suaves que ayudan a la recuperación.

Técnica de golpeo mejorada

La técnica siempre debe estar en el centro de nuestra rutina, pero tras una lesión, es aún más crucial. Revisé mis fundamentos para asegurarme de que cada golpe estuviera alineado correctamente. Introduje:
  • Ejercicios en sombra: Para enfocarme en la técnica sin el riesgo de daño.
  • Trabajo con el saco: En sesiones más cortas y controladas.

Prevención de lesiones a largo plazo

Mi adaptación no solo se centró en la recuperación, sino también en la prevención de futuras lesiones. Invertí en un análisis biomecánico para ajustar mi técnica y asegurarme de que cada movimiento que realizaba estaba bien fundamentado. Esto me llevó a incorporar:
  • Estiramientos dinámicos: Antes de cada entrenamiento.
  • Sesiones de movilidad: Para asegurarse de que cada articulación trabaja correctamente.
Finalmente, siempre es recomendable consultar a un profesional sanitario si el dolor persiste o se intensifica. La salud siempre debe ser la prioridad en cualquier carrera deportiva.

Conclusión

La adaptación de una rutina tras una distensión del recto abdominal es un proceso que va más allá de la modificación de los entrenamientos. Se trata de aprender a escuchar a tu cuerpo, priorizar la técnica y establecer un plan de prevención para futuras lesiones. Con cada paso que tomé, no solo recuperé mi rendimiento, sino que también fortalecí mi conocimiento sobre la biomecánica y cómo cuidar de lo más importante: nuestra salud en el deporte.No olvides que las lesiones no son un fin, sino una oportunidad para mejorar y crecer. Y, como siempre, ¡cuida tu cuerpo y sigue entrenando para ser el mejor!